lunes, 5 de mayo de 2014

ESCRIBIR POR ESCRIBIR

Hay quien aconseja que solo se debe escribir si tienes algo que contar, transmitir o compartir. Yo no estoy de acuerdo, escribir no solo es un oficio, una afición, un negocio y en muy pocas ocasiones una fuente de ingresos. Para mí es una terapia, escribo porque me picó el bicho, como me dijo un escritor, el bicho de la literatura y una vez que te pica no se cura nunca.
Desde que comencé a escribir hace ya seis años, empecé a darle un significado especial a los libros. La gran mayoría de personas saben que hay millones de libros de cualquier época, de todos los estilos y de todos los géneros. Existen personas que devoran libros, otras que los utilizan de decoración o para sujetar una puerta y otras que leen ocasionalmente. Yo pertenezco a este último grupo, no leo todo lo que me gustaría, sobre todo por falta de tiempo, pero cuando lo hago, me aseguro de leer disfrutando de cada palabra, cada línea y cada capítulo.
Quien alguna vez se ha puesto en frente de un papel o página de Word en blanco, sabe la dificultad de plasmar palabras en un orden lógico, con un significado y a la vez narrando algo digno de ser leído o escuchado. Parece que la palabra adecuada tiene que ser sacada con una palanca de la cabeza. En otras ocasiones, estas fluyen como si de una melodía se tratase.
Después de intentar narrar una historia de la mejor manera posible, valoras aún más cada libro, reconoces el esfuerzo previo que ha tenido que realizar el escritor, incluso antes de ponerse a escribir para que tú puedas estar sentada con esa obra de arte entre las manos. Entonces caes en la cuenta de la dificultad de crear personajes ficticios que parezcan reales, deshumanizar personas para que parezcan ficticias de tal forma que el lector acabe cogiendo cariño a esos personajes, construir una trama redonda, describir ambientes, mantener el misterio que engancha al lector desde las primeras páginas hasta la última, el factor sorpresa del final del libro… ¡Toda una obra de arte sin lugar a dudas!
Por eso hay que escribir solo si te gusta hacerlo, yo soy de las que pienso que hay que escribir por escribir, y no para conseguir que te publiquen, al fin y al cabo después de tanto esfuerzo, posiblemente no guste tu novela a unos críticos, y en muchos casos ni siquiera se molesten en leerla, eso no quiere decir que no sirvas, significa que tienes que seguir practicando, mejorando y puliendo tu técnica. Si después de un fracaso abandonas, quiere decir que no te gusta escribir.

Yo escribo como método de supervivencia. Si estoy triste, contenta, confundida, frustrada o nostálgica, siempre hago lo mismo, escribo. Desde hace años y hasta el último de mis días, mi vida ha sido, es y será un camino de pasos narrados y palabras andadas.
Sed felices. (:

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