lunes, 11 de marzo de 2024

80 DÍAS

Han pasado 80 días desde que volví de Malabo. 80 días que han pasado muy rápido. Poco a poco, la experiencia se asienta, las emociones que estaban a flor de piel aterrizan en mí, tantas sensaciones y vivencias se van alejando, parecen lejanas y a la vez de un ayer inmediato. 

Creo que es pronto para hablar de los grandes aprendizajes que tengo tras esta experiencia. Lo que sí sé es que la gratitud me acompaña casi a diario. No quiero olvidar el valor de un vaso de agua potable, una calle limpia y bien pavimentada o el lujo de poder pasear con música y sin miedo aunque haya anochecido.

Volver me ha hecho valorar mucho más a mi familia y amigos. Ahora disfruto muchísimo de un rato compartido con una persona querida. Ahora valoro más esos pequeños detalles, un día cualquiera en mi parroquia, una tarde de voluntariado, una conversación durante la comida. Un día disfrazado de rutina está lleno de regalos.

Ahora soy más consenciente de los privilegios de mi vida y de las riquezas que antes ni valoraba. Ahora soy más feliz y la alegría me acompaña con un brillo diferente. 

No todo es maravilloso, pero tengo una perspectiva nueva. Sigo caminando con sueños, ilusiones, proyectos e ideas. Lo vivido me nutre y me enraíza a mi vida para seguir con más sensibilidad, con más esperanza, con más vida consciente, con más luz, con más fe.