domingo, 15 de julio de 2018

(A)COGER

Acoger. Esa palabra que no paramos de oír. Hoy me ha hecho reflexionar.

Vivimos en la sociedad de "coger". Coger la idea al vuelo, coger la oportunidad, coger el móvil...Requiere una acción, en ocasiones "apropiarse de", sujetar, encadenarse algo entre los dedos.

En cambio acoger es todo lo contrario, es una situación que surge desde la espera, en la que es el otro el que acude, tal vez aquí la única acción sea abrir el corazón, los brazos o las comisuras de los labios. Acoger al hermano, al niño, al extraño, acoger la mirada, la tristeza o la soledad del otro. Acoger desde la serenidad, desde la incertidumbre, desde la paz, desde el convencimiento. Acoger es un abrazo desde el alma.

La acogida requiere apertura y perspectiva. Es posible desde la caída de los prejuicios y los presentimientos. La acogida es un reto y a veces, un miedo. Es aventura, mar de dudas. La acogida es un acto de generosidad y fe, enraízado en valores y el carisma propio, en la que parte de lo creemos y pensamos se pone en segundo plano, para que al frente quede la actitud de acogida.

Una actitud que en un principio está repleta de interrogantes, pero esta vez, como en muchas otras, la respuesta es amor.

Sé feliz (:

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