A veces me maldigo por ser de emociones desarraigadas demasiado expuestas, emociones-abrigo de "quita y pon", pero cuando ellas deciden ser y yo les dejo espacio.
Ojalá en verano poder guardar en el armario la tristeza, pero no, apareces y te quedas y yo vuelvo a maldecirme por dejarte ahí. Yo impasible.
Cansada de siempre lo mismo. En esta sociedad, todo es espejismo. "Ahora, ya", "usar y tirar", el "quedarse en la espera y dar un paso atrás, por si duele", un "pasar de movidas". Pero como vamos a vivir si todo es cobardía, si no arriesgamos, si ni siquiera creemos en un "siempre" ¿qué vamos a pedir a los demás?
Me encasillo en lo que no soy, me lo creo y entonces comienzo a serlo. Caigo en el bucle en que el que vivo y me autodestrozo a cada rato porque no me permito ser como quiero ser. Pues si vivimos como somos, ¿qué soy?, ¿qué quiero ser?
Me miro al espejo no me reconozco ni ayer ni hoy ¿
No tengas tiempo para tener prisa.
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