"Mira con cuidado porque lo que verás no es lo que acabas de ver"
Vivir, menuda aventura.
Cada día es tirar de un hilo entre tantos. Decisiones, posibilidades, caminos.
Elecciones continuas, muchas de manera consciente, otras parecen que no lo son.
Cuantos hilos, qué difícil
resulta a veces y otras los hilos se posan en tu mano. A veces hay que buscar
para estirar. Los hilos son de todos los colores, tamaños, más liados o menos.
Hay quien hace nudos y une hilos para conseguir una buena madeja, pero cuando
menos te lo esperas se forman enredos y el caos se materializa, tal vez la
mejor opción es tirar de cada hilo, uno por uno. En el epicentro de esa madeja
parece haber algo valioso, pero y si eso que busco está en cada tirón de hilo.
Los hilos son el camino
de regreso, la llegada, la parada, el paisaje y el destino. Esos hilos son la
vida. Y en cada uno se halla una fibra de la felicidad. Tal vez la pregunta sea
qué es la felicidad.
Cuando era más pequeña
me consideraba infeliz, no era capaz de apreciar todo lo bueno de mi vida, que
era mucho, lo malo nublaba todo lo demás y vivía entre alegrías y penas. Con
los años mi vida ha cambiado mucho y sigue habiendo pequeños problemas, supongo
que siempre habrá algo, pero gracias a que sé lo que es estar triste y hundida,
he aprendido a disfrutar más de los buenos momentos.
Para mí, antes la
felicidad era tener una vida perfecta, pero con los años llegué a la conclusión
de que nunca tendría una vida perfecta, así que comencé a valorar todo lo bueno
e intentar mejorar lo menos bueno. Bajé el listón que yo me había autoimpuesto
y ahora mi felicidad es algo más sencillo. alcanzable, cotidiano,
es algo de "andar por casa".
Mi felicidad se
transformó, dejó de ser un concepto y se materializó en actos, a simple vista
insignificantes.
La felicidad es vivir y
en ese preciso momento que te sientes bien, respirar, sonreír y pensar "ahora
soy feliz". En un paseo, en un día en familia, en una carcajada, en un buen
plato de comida, un día lluvioso, un gracias, un abrazo, un logro, un fracaso,
está en todo, a veces invisible, rompí expectativas y comprendí que cada paso es necesario, no se trata de llegar a una meta, más bien es disfrutar de esa zancada, ese salto o ese momento de quietud. Algún día miraré atrás y veré mi pasado como una película en la que cada detalle es necesario para llegar a donde estoy. Tal vez la actitud es escarbar cada
día y de lo peor buscar lo positivo. Todo tiene fundamento como para poder
encontrar pequeños trozos de felicidad en miles de detalles que, aparentemente,
son cotidianos.
Así que yo pienso que
mi felicidad es una simbiosis entre detalles y giros de perspectiva. Y así vivo
con muchos sueños, utopías, anhelos, proyectos…pero buscando momentos felices enmascarados, y también aquellos que no se buscan porque invaden como el viento que despeina. instantes que suman y cuando lo uno todo, pienso lo afortunada que
soy, lo agradecida que me siento porque la vida es una consecución de momentos
en los que pueden ser lo que quieras que sean porque el filtro que lo cambia
todo es la mirada.
Sed felices (:
No hay comentarios:
Publicar un comentario