No es el nuevo año lo que debería cambiar un poco nuestra vida con alguna acción-propósito o sueño-deseo. Siempre son las ganas las que accionan la vida. Un propósito es viento si carece de una raíz que le una a la tierra, un deseo es árbol caído si no hay pájaros en su copa que hilen sus alas con las nubes.
Tal vez un reto sea alimentar las ganas y que no se vayan apagando como una vela tenue. Las ganas necesitan entusiasmo, sorpresa, vitalidad y muchísima esperanza.
Nos dirán que "nuevo año y nueva vida". Pero no, yo creo que más bien es "nuevo año y nuevas ganas". Renovar las ganas debería ser el trabajo artesanal más valorado por esta sociedad que nos vende ilusiones huecas y sueños de humo.
Feliz 2022 que tus ganas ganen y tus acciones y sueños den pasos que broten de ese lugar interno que tienes entre las costillas que te impulsen como un proyectil de esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario