lunes, 19 de diciembre de 2016

Palabras Vividas (1): EL CHICO DE LA GORRA

Llevaba tiempo con esto en mente. Así que para terminar el año, inauguro nueva categoría en mi blog: "Palabras vividas", vivencias personales significativas, esas que remueven el corazón, dan que pensar, te hace sonreír, transforman....No todas tendrán el mismo impacto en mi vida. A veces hay que andar con la mirada atenta para que un detalle insignificante sea algo más. El único camino para que estas palabras vividas acaben sobre el papel es transformar la mirada. La frase para acabar todas las entradas es "La belleza no mira, solo es mirada"(Albert Einstein).

Para comenzar comparto esto que me ocurrió hace ya algunos meses en Málaga:

Estaba en el metro y justo una parada antes de la mía se ha subido un chico joven de veinte años aproximadamente que vestía muy informal con chándal gris y gorra de rapero roja, estaba en silla de ruedas y se podía intuir que tenía parálisis cerebral. Me ha sorprendido que fuera solo y tuviera una silla con la palanca para manejarla, tenía un móvil que no podía coger bien y tenía sobre la silla el cual lo usaba con trabajo pero con soltura. Me ha llamado la atención la independencia de ese chico, a pesar de sus limitaciones físicas y seguramente no se trataban de limitaciones mentales, era capaz de valerse por sí mismo con una silla, usar un móvil y utilizar el transporte público.

Después de un rato, él se ha percatado que le estaba mirando y  como estaba justo a mi lado en vez de mirar para otro lado como hacemos cuando cruzamos la mirada con un extraño, le he sonreído, él ha intentado devolverme la sonrisa, pero me he dado cuenta que los músculos de su cara no se lo permitían y de alguna forma he comprendido una sonrisa por sus ojos. Justo en ese momento, sin yo esperármelo, me ha dicho: “Hola, cómo te llamas”. Yo le he respondido, después él me ha dicho algo que no he entendido y he llegado a mi parada.

Salí del metro con ese chico de la gorra de rapero en mi cabeza, y por un momento me he puesto a pensar lo difícil que tiene que ser vivir dentro de un cuerpo que no responde a tus estímulos, que te limita, pero a pesar de eso en ese joven he visto mucha esperanza, por todo lo que es capaz de hacer por sí solo, y en sus ojos he visto ganas de vivir.

No creo que vuelva a encontrarme con ese chico por Málaga, ni siquiera sé su nombre, pero lo recordaré y desearé que siga viviendo con esa vitalidad y transmitiendo tanto con tan solo con la mirada. En él he visto mucho más que un pobre chico, me ha transmitido mucha vida, cuando salí del metro, mi concepción había cambiado completamente, vaya lección me acaba de dar ese muchacho: a pesar de todo, vale la pena intentar sonreír. No hay barreras lo suficientemente grandes para dejar de luchar y sonreír. Gracias “chico de la gorra” por mandarme un aviso y ayudarme a valorar la suerte que tengo en mi vida, solo puedo dar gracias por tantas situaciones,  detalles y buenas personas que rodean mi vida.

Doy las gracias por la vida, por todas las personas que encierran vida y la manifiestan como pueden porque hoy en 10 segundos me han dado una lección y un testimonio que lo guardaré con cariño.


La belleza no mira, solo es mirada (:



2 comentarios:

  1. Siempre te sigo, Elena. Preciosa lección de vida.

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    1. Muchas gracias Carmen, no había visto tu comentario. Yo también te sigo, aunque ahora cuando acabe exámenes podré dedicarle más tiempo. Un abrazo.

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