Querido lector/a:
Tras meses de reflexión, aprendizaje, escucha, muchos pasos con sus huellas firmes y caídas dolorosas…Continúo en camino, buscando mi esencia, mi verdad, la identidad que tengo. A veces no sé si esta es creada o la forma de ser, sentir y pensar es un tesoro encontrado. Pero hoy no es este el motivo de mis palabras.
Tras un tiempo de grandes regalos, con todo lo vivido y aprendido, me atrevo a escribirte de una manera diferente, un cara a cara -que en los tiempos que corre- es un “pantalla a pantalla”. Me encantaría tenerte delante junto a un par de tazas en un lugar cualquiera para poder contarte que es para mí una persona, un universo humano, qué es “universo-piel-universo”.
Sin tazas, un domingo por la tarde y mis dedos sobre el teclado a un ritmo trepidante, te dedico mis palabras, entregadas desde mi verdad y humildad, consciente que el camino vital no ha hecho más que comenzar.
Desde hace años he ido creando una teoría muy personal. La vida me ha puesto en mi camino a personas especiales. Personas que hablan y sientes que son inspiración, que dan la mano, que abrazan fuerte, que escuchan...Ayudan a crecer. Tienen un mundo interior inmenso. Pasan los años y siguen sorprendiendo.
Todo comenzó con una persona que a medida que fui conociendo, descubrí que era un universo, a medida que crecía se convirtió en un universo en expansión y a día de hoy sigo maravillada porque su alma es infinita, con mucha verdad, sabiduría, sensibilidad, coherencia…Luz. A raíz de mi descubrimiento con esta persona, comencé a darme cuenta que su peculiar forma de ser era única, pero no estaba sola es esto de ser “diferente” entre el rebaño de ovejas. Poco a poco, descubrí a otras personas-universo con mucho que aportar y que sumar a mi experiencia vital. Cada vez que encuentro a una, mi alma da un brinco de alegría porque sabe que mi universo va a crecer gracias a otro universo que brilla fuerte.
Universos humanos con tantas estrellas como sentimientos. No existe universo perfecto, pero sí universos bonitos, esos que me gusta tener cerca para que la luz intensa y escurridiza de alguna estrella ilumine mis estrellas apagadas y tristes. Estrella con luz es un detalle positivo como la gran estrella alegría que me regalan las personas-universo que tengo a mi lado, una estrella apagada es una estrella sembrada de sentimientos que no tienen luz como el odio o la furia, ese fuego indomable que daña algunos universos. El fuego puede ser luz y brillar estable y controlado o puede ser un incendio que necesita un cortafuegos emocional.
Tal vez todas las personas tengamos un universo dentro, pero hoy hablo de los universos grandes, aquellos que tienen la necesidad de expandirse y crear luz en cada una de sus estrellas. No dejo de sorprenderme de la belleza humana, la vida siempre tan inexplicable, la maravilla que seamos tantas las personas que habitamos este planeta, tantas historias, y cada uno somos "universo-piel- universo". La piel es la frontera que nos separa del abismo de estrellas y planetas que comúnmente llámanos universo, pero yo creo que los universos internos son vivos y frágiles, bonitos e inmensos. Universos iluminados y otros huecos de luz. Pueden ser infinitos cuando brilla fuerte el motor que mueve constelaciones: El amor.
Mis palabras son tuyas,
Con cariño.
Elena
“Porque la libertad humana nos exige poner algo de nosotros mismos, existir auténticamente”.
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