jueves, 30 de noviembre de 2017

Perla vital(5): BARRERAS DE ODIO


Un día aprendí que el pasado inamovible no merece la pena recrearse en él, pero hoy he decidido echar la vista atrás.

Cuantas personas han pasado por mi vida y qué pocas se han quedado, con el tiempo solo permanecen aquellas que por un "golpe de suerte" o las circunstancias conseguimos conectar, crear ese vínculo que poco a poco se alimenta o se debilita. Pero con cuantas personas me equivoqué de actitud, a cuantas les mostré esa cara de mí que también soy, pero que siento que no me representa. Cuantas personas me juzgaron y de alguna manera aquello me afectó. Tal vez hoy no sea más que el resultado de todo lo vivido o sigo siendo la misma, pero con los años esas personas que continúan siendo crítica y rechazo o tal vez sea abismo inmenso entre visiones. Ya no es algo que me preocupe.

Hay gente que por su forma de ser, "cae bien", otras por la misma razón, suelen "caer mal", y al fin y al cabo todo son etiquetas y percepciones. Tal vez el problema resida en que todos creemos tener "la verdad", la perspectiva válida.

Cuando aprenderemos que hay personas transparentes, otras opacas, personas con una historia detrás indescifrable en poco tiempo, a veces incluso en mucho. 

Por momentos, el ritmo de esta sociedad me cansa, muy pocas personas se detienen para intentar comprender, profundizar, hacerse interrogantes...Pero en esto tal vez esté la esencia de las personas especiales, las que tras ellas hay una historia que con el tiempo han sabido transformar en empatía.

El tiempo da las mejores lecciones y hoy recuerdo una frase que leí hace poco y grabé en mí: "Hay quien me dijo una vez que era la persona más buena que había conocido. Otros, que soy la persona más mala que han conocido. Y todo por la misma razón".

Creo que la sociedad necesitamos menos prejuicios, más golpes de corazón. Menos rechazo, más acogida. Hay mucho odio a primera vista. Tal vez la diferencia sea partir de 10 y que ese persona pueda ir bajando, a que siempre se parta de 0 y la persona tenga que hacer méritos para escalar posiciones.

Tal vez me equivoque, pero me cansa como todo se basa en lo superfluo y la distancia sea una armadura de seguridad. La vida es valentía, es abrazar lo desconocido y sí, en la vida hay desilusiones, fracasos y pérdidas pero prefiero caer, comprender que la vida da oportunidades para aprender; seguir creciendo. Cada vivencia es necesaria en el camino, cada circunstancia tiene un motivo. Cada persona, por pasajera que sea, tiene algo que ofrecer. 

No hay verdades ni mentiras. Ni nada absoluto. Lo único claro es que me siento pequeña, queda tanto por vivir...


Sed felices (: 
(Gracias a Marta por ilustrar mis palabras con esta foto).

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